El cerebro capta y deja ir cierto tipo de información sin que nos demos cuenta.
Si hacemos un esfuerzo por aprendernos
la información, ésta se transforma en recuerdo.
A diario nos zambullimos en un mar de
experiencias.
Si cierras los ojos, todavía puedes oír.
Si te tapas los oídos, todavía puedes
saborear.
No abres la boca pero todavía puedes
oler.
Si te cubres la nariz, todavía puedes
sentir.
Captar estas experiencias sensoriales no
requiere tu atención.
Sin ningún esfuerzo consciente de tu
parte, el cerebro registra todo al alcance de tu campo de visión.
A este primer nivel de memoria se le
conoce como sensorial.
La información desaparece de forma
rápida, por ejemplo, si ves un pájaro parado en una rama y vuela en seguida, no
serías capaz de señalar en qué rama se posó, porque tu cerebro registró la información,
pero la memoria sensorial la desvaneció.
Si bien, la memoria sensorial puede
pasar desapercibida, es esencial para la orientación y para la seguridad
personal en el día a día, porque por ejemplo, te recuerda que un estallido
indica peligro, etc.
La forma de retener estos
acontecimientos es hacer conciencia de ellos.
En el ejemplo del pájaro, si sabes que
te va a preguntar en qué rama se psoará el pájaro, te concentrarás en ese
detalle para llevarlo al siguiente nivel, que es: LA MEMORIA DE TRABAJO.
ALMACENAMIENTO TEMPORAL
LA MEMORIA DE TRABAJO O TRANSITORIA,
exige que prestemos un poco de atención.
A medida que lees este artículo, estás
usando tu memoria de trabajo para recordar el contenido de las oraciones
anteriores.
Éste tipo de memoria dura tan sólo unos
segundos o minutos. Acuérdate de las veces que buscaste un número de teléfono,
te distrajiste durante unos instantes y tuviste que buscarlo otra vez.
No solo el tiempo de almacenamiento de
la memoria de trabajo es corto, sino que el espacio de almacenamiento también
lo es.
Cauando los científicos hacen pruebas de
números con la memoria de trabajo, se dan cuenta de que retenemos tan sólo unos
diete dígitos a la vez. Desde luego, hay algunas personas que pueden acordarse
de más, pero eso requiere aplicar ciertas estrategias.
BREVE PERO VITAL
A pesar de su brevedad, esta memoria
tiene una función importante en la vida diaria. Esas briznas de información nos
permiten anotar citas médicas, tomar decisiones diarias, leer y mantener una
conversación, por ejemplo: te acordarás de lo que alguien dijo hace cinco
segundos, aunque no tienes que recordarlo para siempre.
Cuando la gente dice, “que está
perdiendo la memoria”, se refiere a la memoria de trabajo. Por ejemplo:
Olvidaste donde dejaste las llaves del
carro.
Perdiste el hilo de lo que estabas
diciendo
Olvidaste a qué fuiste a la cocina
Etc.
Esto se debe a que se está debilitando
la MEMORIA DE
TRABAJO y esto ocurre
con el paso de los años “lapsus de la tercera edad”
ALMACENAMIENTO PERDURABLE
Para conservar la información durante
períodos largos, debes consolidarla en la llamada “MEMORIA A LARGO PLAZO” ya que
nuestro cerebro tiene una cantidad ilimitada de almacenamiento permanente.