Hoy se sabe que los RECUERDOS A LARGO PLAZO no se alojan en un solo lugar, sino en una vasta red de vías neuronales.
Las impresiones duraderas, nacen de una
chispa detonada por el cerebro, al recibir estímulos sensoriales.
Esta chispa, se convierte en una señal
eléctrica que viaja de neurona en neurona.
Cada recuerdo se genera en vía de
transmisión única entre los miles de millones de neuronas.
En su travesía por las neuronas, la
información salta espacios vacíos llamados SINAPSIS, para lo cual se ayuda de distintos
neurotransmisores, como la SEROTONINA Y LA DOPAMINA.
Aunque estas sustancias tienen un papel
fundamental en los procesos de la memoria, el envejecimiento va mermando
nuestra capacidad de producirlas.
Aprender datos contribuirá a la
formación de DENDRITAS
y esto mantendrá nuestro cerebro joven y vivaz.
Invertir tiempo y esfuerzo en tareas que
fortalezcan la memoria desencadenará otros procesos de adaptación en el
cerebro.
En el año 2000 se llevó a cabo un
estudio que evaluó la función cerebral de varios taxistas londinenses. Después
de examinar las imágenes de los participantes por resonancia magnética, se descubrió
que el HIPOCAMBO
estructura fundamental para la formación de recuerdos y el desempeño
de la memoria espacial, era más grande de lo normal: A mayor tiempo invertido
en el taxi, mayor desarrollo del hipocampo.
Este fenómeno no se observó en choferes
de autobús, quienes cubren rutas predefinidas.
RECUERDOS PERDURABLES
Es más fácil recordar algunas cosas que
otras, por ejemplo: ¿Olvidaste el nombre de esa persona que te acaban de
presentar?. Seguramente no prestaste suficiente atención; tal vez te concentraste
más en sonreír y parecer amistoso.